<<Dime cómo fuistes capaz de llevarme a Huelva y no acercarme a esta playa, esto va dirigido a mi exnovio. Solo quería estar bajo la luz de la luna en una playa hermosa junto a ti ¡¡¡¡y me llevastes a La Antilla so melón!!!!!, un poco más y me veo en la Ría de Huelva brindando con metales pesados, fuistes lo peor de mi vida. He vuelto a Huelva, a esta playa, con mi nuevo hombre y te he olvidado, ya no guardo tus fotos, tus e-mails, tus mensajitos, ya solo guardo el recuerdo de esta playa que jamás llegué a compartír contigo.>>

En la Playa de los Muertos, en Carboneras, Almerí­a:

<<Yo de hecho tengo “algo así como” orgasmos cuando veo la cementera, el despropósito urbanístico de Carboneras y todo el paisaje industrial, me encanta España, osea ¡tanto! y el empecinamiento por destruir los espacios naturales bellísimos que le ha dado la naturaleza a este país, viva el mal gusto, como Benidorm debería de estar Carboneras, arriba Carboneras y a construir ¡ y coño Andrea comete el pollo! que debe de estar más frio ya, ¡que la leche!, es que me pongo de los nervios a lo pantojo ¡estoy harta de la familia Rivera! pero a construir con un buen par que luego no se diga…a ver si ganamos a los valencianos, esos sí que saben y a crear puestos de trabajo y a forrarse, más que los malayos todos juntos! joer lo que acabo de decir.>>

No está de más recordar que nosotros no hemos tocado ni una coma, ni una sola letra…

Ale, ¡a pasar un buen fin de semana!