En ocasiones una opinión negativa en un alojamiento no proviene de un desencuentro entre viajero y propietario si no de un exceso de espectativas por parte del primero.
Un buen anuncio es el que resalta las ventajas y características del alojamiento, no el que exagera ciertos datos (como la distancia a la playa o las características) para conseguir mayores reservas. Esta exageración puede transformarse en un arma de doble filo si el viajero se siente engañado y acaba vertiendo una mala opinión sobre el alojamiento. Algunas organizaciones de consumidores instan a los viajeros a denunciar si se encuentran con este tipo de situaciones.
Por supuesto nuestra intención no es acusar a nadie de falsear información, sin embargo el bagaje que nos aportan las casi 100.000 opiniones nos permiten hacer ciertas recomendaciones a nuestros propietarios para evitar malentendidos:
– Sé muy preciso con la distancia a la playa, es uno de los valores más importantes para los viajeros. Calcula la distancia a un ritmo medio de paso de 6 km por hora.
– Revisa antes de la llegada de los inquilinos que los electrodomésticos/equipamiento funcionan adecuadamente. Y si alguno tiene algún desperfecto pendiente de arreglar avisa antes a tus inquilinos.
– Revisa a menudo las distancias a los diferentes servicios cercanos a tu alojamiento, por ejemplo, puede ser que el supermercado que había a 20 metros haya cerrado.
– Informa al viajero de aspectos como si entre el alojamiento y la playa hay pendiente o si el edificio no tiene ascensor.
Esperamos que con estos consejos evites desencuentros con tus futuros inquilinos y que todos tus comentarios sean de 5 estrellas 🙂
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